OPINIÓN

Economía mexicana podría repuntar en último trimestre.

(*)Jesús Alberto Cano Vélez

En el momento de transición política interna que vive México, resulta interesante observar la percepción de algunas instituciones de calificación económica internacionales, sobre el rumbo que tomará la economía de nuestro país en los próximos meses.

Con un gobierno de izquierda moderada, que tras ganar las elecciones se ha pronunciado con pleno respeto a la autonomía del Banco de México, por dar un ejemplo, la opinión que parece prevalecer hacia nuestro país por parte de las instituciones financieras internacionales, es de un optimismo moderado.

La agencia calificadora HR Ratings,  anticipó hace algunas semanas que la economía mexicana podría tener un repunte importante durante el tercer trimestre de este 2018, luego del avance que tuvo el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE), en julio pasado.

No obstante, advirtió que, en términos trimestrales, las métricas continúan siendo débiles frente a los periodos inmediatos anteriores, especialmente como consecuencia de una pérdida de fuerza durante los dos primeros trimestres.

El reporte económico indica que el sector servicios tendrá una mejoría en el comercio al por menor y en el consumo privado en general, en tanto que el sector secundario tendrá un buen desempeño en las manufacturas y una atenuación en la caída del sector de la construcción.

Asimismo, hay indicios de que la inversión fija bruta ha llegado a sus niveles más bajos, por lo que es factible que para el siguiente trimestre experimente una recuperación como parte de un ciclo económico.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el IGAE creció 0.4 por ciento en términos reales en julio pasado respecto al mes previo, con cifras desestacionalizadas.

A partir de julio, la actividad económica de México mostró un repunte que sorprendió a los mercados financieros, lo que a decir de los analistas reafirma la mejoría de la actividad productiva en el país, e incluso abre la posibilidad de ajustar la previsión de la tasa de crecimiento para el Producto Interno Bruto.

Esta mejora fue impulsada por el desempeño mensual del sector primario, el cual aumentó 2.6 por ciento, seguido por el sector servicios con 0.3 por ciento  y la industria, 0.2 por ciento. A esto hay que añadir que el IGAE alcanzó 2.8 por ciento impulsado por un sector servicios de 3.6 por ciento anual, lo cual apunta a un mejor desempeño en el mercado interno.

Con estos resultados, Citibanamex podría ajustar su expectativa de crecimiento económico para 2019 en los próximos meses, toda vez que se espera que los servicios sigan impulsando el incremento del PIB que se estima en 2.3  por ciento en todo 2018, sin tener que ajustar el tercer trimestre del año.

Sobre el estado de cosas ante los textos finales del Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre México y Estados Unidos, el presidente de la CONCAMIN (Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos), que forma parte del cuarto de junto, Francisco Cervantes Díaz, manifestó que el acuerdo de entendimiento alcanzado entre los dos países no sufrirá modificación alguna si no se sumaba Canadá.

Los acuerdos a los que llegaron los equipos negociadores serán los que darán certidumbre a los inversionistas porque dejarán claras las reglas que dirigirán el intercambio comercial entre México y Estados Unidos.

De acuerdo a las recientes actualizaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el intercambio mundial seguirá creciendo, pero de forma más moderada de lo que se había proyectado, es decir crecerá 3.9 por ciento este año y 3.7 en 2019, frente al 4.4 y 4.0 de las previsiones del año pasado.

Ante la rebaja en las previsiones del comercio mundial para 2018 y 2019 generada por la escalada de tensiones comerciales, la volatilidad y el endurecimiento entre los países y las condiciones de crédito en los mercados, ahora es más vital que nunca que los gobiernos diriman sus diferencias y muestren moderación.

Un escenario complejo, de múltiples y variadas coordenadas, que el nuevo gobierno de México, que tomará posesión el próximo 1 de diciembre, deberá tener plenamente en cuenta.

(*)Economista

@acanovelez

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