OPINIÓN

Mes de cambios gubernamentales y legislativos.

(*)Jesús Alberto Cano Vélez

Septiembre es el mes en que inician los relevos en los gobiernos estatales y se asoman los vientos de cambio prometidos para ganar el voto el primero de julio pasado.

Guanajuato es la primera entidad en que se producirá este relevo, aunque es uno de los pocos estados en los que no habrá alternancia, ya que el actual gobernador, Miguel Márquez Márquez y el entrante Diego Sinhué Rodríguez Vallejo, son panistas.

En esta entidad nadie adujo irregularidades ni fraude, por lo que el cambio será terso y significará el quinto gobernador panista que gana en las urnas (Vicente Fox Quesada, Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva Ramírez, Miguel Márquez Márquez y Diego Sinhué Rodríguez Vallejo) de manera sucesiva, aunque antes otro más (Carlos Medina Plascencia) gobernó en forma interina por casi cinco años.

Panista por vocación y residencia de la fracción del Yunque, el estado se ha significado en los meses recientes por la presencia de delincuencia organizada y eventos violentos, que producen un gran número de muertes.

Siendo una entidad considerada tranquila, se volvió de golpe y porrazo atractiva para los grupos delincuenciales que buscan ganar las principales plazas, ante la indiferencia de las autoridades estatales.

Morelos será el siguiente estado al que arribe un nuevo gobernador, en una entidad catalogada como la de supuestos electores conocedores, que gustan de la alternancia.

Primero fueron dos gobernantes del PAN, Sergio Estrada Cajigal y Marco Adame Castillo, después llego el perredista Graco Ramírez Garrido Abreu y ahora será gobernada por Cuauhtémoc Blanco Bravo, producto de la alianza MORENA-PES.

A diferencia de Guanajuato, Morelos se encuentra (desde hace varias décadas) asediado por los grupos delincuenciales, mismos que tienen sus territorios bien delimitados y actúan sin grandes sobresaltos, sin importar las siglas o ideologías de las autoridades en turno.

Habrá que ver si los nuevos gobernantes actúan contra la delincuencia y la violencia, o simplemente siguen los pasos de sus antecesores.

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