EPN y el desarrollo social: logros y pendientes
Fiel a la tradición de los presidentes priistas que lo antecedieron, Enrique Peña Nieto desplegó una serie de políticas públicas para combatir la pobreza e intentar reducir la desigualdad. Los resultados muestran logros y una serie de pendientes, que reflejan las deficiencias estructurales del Estado mexicano, así como el impacto de una crisis como la de 2008. Es así como deben ponderarse las cifras oficiales que se desprenden de los programas sociales.
El gran programa insignia de su administración fue la Cruzada Nacional contra el Hambre, enfocado a una población objetivo de 7 millones de habitantes que enfrentaban una severa carencia alimentaria.
«Nos atrevimos a reconocer que en México, lamentablemente, había más de siete millones de mexicanos que enfrentaban condiciones de pobreza… y para atender este problema lanzamos la Cruzada Nacional contra el Hambre», subrayó el mandatario hace unos días en Apatzingán, Michoacán.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la carencia por acceso a la alimentación se redujo de 100 a 42.5%; esto a partir de un estudio enfocado en 7,616 hogares en los 400 municipios donde se enfocó la primera etapa de la Cruzada en 2013.
Derivado de ello se estableció que de 2013 a 2015 la carencia de acceso a servicios de salud también disminuyó 32.9% a 9.2%. Sin embargo, el propio Coneval precisa en un comunicado que se deben encontrar mecanismos para lograr la reducción de la pobreza.
Un reporte previo publicado por el Consejo el 23 de julio pasado indicó que el número de pobres aumentó en el periodo 2012-2014: subió de 53.3 a 55.3 millones de personas en esa condición.
Los especialistas coincidieron a lo largo del sexenio que había que inicidir de manera directa en la estructura económica; sobre todo si alrededor de 40% de la población ocupada tuvo un ingreso inferior al costo de la canasta alimentaria, según datos de Coneval.
Un punto fundamental es que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) tuvo cuatro titulares: Rosario Robles, José Antonio Meade, Luis Enrique Miranda y actualmente Eviel Pérez. Además, a la llegada de Meade se relegó la Cruzada y se planteó la Estrategia Nacional de Inclusión Social, con cambios y modificaciones en la manera de leer las variables de los indicadores de pobreza y rezago.
Como saldo final, el propio Coneval establece los pendientes:
– De los 370 indicadores del ámbito social derivados del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, sólo 145 (39%) han sido cumplidos o tienen un estatus avanzado o adecuado.
– De 41 indicadores, es decir el 11%, no se tiene información.
El rezago histórico de la pobreza, las deficiencias estructurales del Estado y las crisis coyunturales son parte del entramado que evitó mayores avances en una de las grandes asignaturas, y que también son parte de las prioridades de la nueva administración que entra en funciones el 1 de diciembre.