La Libertad es Irrenunciable Con la 4T
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OBSCENIDAD Y ESTAFA
POR JOEL ORTEGA JUÁREZ
Es abrumador el panorama de corrupción e impunidad existente a lo largo de los años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Abarca una lista inmensa de actos delictuosos de funcionarios de todos los niveles, desde arriba hacia abajo, ello hace imposible mencionar cada uno.
80 por ciento de los contratos de obra pública han sido asignados sin procesos de licitación, ni concurso. Son miles de millones de pesos donde es casi seguro que se han producido actos de “coyotaje”, los más escandalosos son en los que han intervenido los hijos y familiares del presidente y muchos otros integrantes de los círculos gubernamentales del gabinete hacia abajo e incluso empresarios amigos del propio jefe de Estado.
Una gran estafa a los electores de 2018 y ahora a los de 2024, dado que una inmensa mayoría votó por MORENA y sus marionetas, precisamente por la oferta de lucha contra la corrupción hecha por la llamada CUARTA T R A NSFOR M ACIÓN, ahora a punto de iniciar su SEGUNDO PISO. La gran estafa se hace con una obscenidad insólita. Es muy asombroso cómo a pesar de todo lo anterior y mucho más que no se conoce, MORENA y sus marionetas, obtuvieron para su candidata a la presidencia casi 36 millones de votos, equivalen tes al 59 por ciento de los emitidos el 2 de junio, en los comicios federales.
Mientras no se estudie el motivo de ese predominio o hegemonía y se busquen “explicaciones” anecdóticas o en el mejor de los casos, episódicas, como las intervenciones de AMLO en las mañaneras atacando a la candidata opositora Xóchitl Gálvez y la abierta coerción a los beneficiarios de sus “programas sociales” que según el presidente son 7 de cada 10 hogares que reciben recursos de al menos un programa social. Amparo Casar afirma otra cosa: la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020 del Inegi lo desmiente: sólo 29.7por ciento de los hogares reporta recibirlos. La población en pobreza general pasó de 49.9 por ciento en 2018 a 52.8por ciento en 2020 y la de pobreza extrema, de 14por ciento a 17.2por ciento.
Cualquiera de las cifras que se manejan públicamente, abarcan un universo superior a los 25 millones de personas cercano a los 30 millones. Obviamente esos “programas sociales” influyeron para la aplastante victoria de Claudia Sheinbaum, pero no explican el fondo del problema: la inmensa fortaleza política e ideológica de la Cuarta Transformación.
Hace más de 50 años, he señalado que la hegemonía del viejo régimen priista, prolongada en MORENA, se basa en los postulados nacionalistas y estatistas, derivados del triunfo de la corriente llamada Grupo Sonora y la derrota de la corriente popular de Emiliano Zapata y Pancho Villa en la Revolución Mexicana.
El pensamiento, la cultura, las costumbres, que alimentan ese dominio, de una especie de casta durante un siglo, son la soldadura, la genética que prevalece en la sociedad mexicana, no solo entre los poderosos sino paradójicamente y tristemente en los estamentos y clases sociales, de las capas medias hacia abajo, incluyendo a los más oprimidos.
Para avanzar en la lucha contra esa hegemonía, es clave defender los espacios democráticos y las instituciones de la república, amenazadas por el llamado Plan C de AMLO.
Si prevalece esa tendencia encabezada por AMLO, vamos a caminar rumbo a una dictadura de tipo Venezuela. Ahora no estamos ante una discusión ideológica, mucho menos ante una disputa de tipo clasista, como suelen decir los grupos marxistas ortodoxos, incluyendo algunos trotskistas, es una disputa entre los defensores de la república de democrática y los partidarios de una dictadura, aunque le pongan una etiqueta “popular o humanista”.
No es suficiente una alianza, como la llamada marea rosa, mucho menos la creación de un partido como el que anuncian algunos grupos opositores, para vencer al intento dictatorial de AMLO y sus sucesores, se requiere construir un gran compromiso histórico por una nueva república.