El legado de Don Vasco de Quiroga
Las Comunidades purépecha son receptoras del legado de Don Vasco de Quiroga quien se inspiró en la utopía de Tomas Moro escrita el 1516 para impulsar los pueblos-hospital en Michoacán, refirió la secretaria de Turismo Estatal, Claudia Chávez López.
La funcionaria destacó que, en las comunidades purépecha de la Meseta, la Cañada, la Ribera del Lago de Pátzcuaro y la Ciénega, aún perdura el modelo desde donde Don Vasco de Quiroga impulsó sus pueblos-hospital; un modelo de sociedad más justo y sostenible.
Don Vasco de Quiroga llegó a la Nueva España con más de 60 años y, murió en la huatápera de Uruapan 30 años después, durante todo este tiempo, fundo más de 200 pueblos-hospital.
La titular de la política turística del Estado dijo que, las huatáperas siguen siendo primordiales en la organización social de las comunidades indígenas, uno de los ejemplos palpables es la comunidad de Santa Fe de la Laguna, en donde, la vida en la comunidad gira en torno a la huatápera, el hospital.
Don Vasco especializó a cada comunidad en un oficio, incorporando técnicas europeas a oficios tradicionales, por eso Santa Clara es famosa por su cobre, Cocucho por sus cocuchas de barro o Uruapan por sus laqueados, floreciendo así una economía de trueque y comercio. Hoy en día los artesanos han elevado su oficio a artes y están ampliamente reconocidos.
Las capillas de los purépecha están profusamente decoradas. Cuentan historias de santos, guían las liturgias, son didácticas, al levantar la cabeza para mirar al techo miramos a lo sagrado. Estamos en posición de rezo. Mira las conchas que aparecen siempre: son la transformación, el bautismo, el comenzar de cero.
Finalmente, Claudia Chávez López, remembró que, en 1540 fundó el Colegio de San Nicolás Obispo, una de las primeras instituciones de estudios superiores en el continente americano y el primero el admitir estudiantes indígenas, por primera vez en la historia. Los Padres de la Patria están estrechamente vinculados a esta institución, fundada sobre los valores de humanismo.