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“La esperanza de México” se convirtió en traición para el campo: Campesinos

Entre compromisos incumplidos, reducción de programas estratégicos y pérdida de su capacidad de producción, organizaciones que integran el Consejo Campesino de Michoacán, denunciaron que el campo mexicano “vive de milagro”, y aunque se espera para el 2021 un aumento por mil 714 mdp en el presupuesto federal asignado al sector rural, señalaron que no compensan las pérdidas que han tenido en diferentes rubros.

Por ello, el dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC), Carlos González López, hizo un llamado al sector campesino para participar en el proceso electoral del 2021 y a través del voto llevar a la cámara de diputados federal y al Congreso local a legisladores que verdaderamente defiendan al sector agrícola.

“Hacemos un llamado a todo el sector campesino para que participemos activamente en el proceso electoral del 2021 y a través del voto llevemos a la Cámara de diputados federal y local en Michoacán legisladores que defiendan al sector agrícola, nos queda claro que los legisladores afines a las 4T. Hoy nos sentimos traicionados, hoy eso que se dijo ser la esperanza de México se ha convertido en decepción, en desesperanza y traición”.

Ante la pandemia del Covid-19 y la grave situación que se vive en el campo mexicano, organizaciones del Consejo Campesino de Michoacán aseguraron que no han dejado de trabajar, por ello, la producción del sector solo cayó el 2%, informó el dirigente campesino, quien consideró que son ellos quienes han dado la cara por la economía del país.

A dos años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y con la aprobación de los últimos dos presupuestos federales, señaló que se ha desmantelado por completo el campo mexicano con la eliminación de 17 programas del sector agropecuario.

“En plena pandemia mundial del Covid-19, el campo mexicano es el único sector productivo que no ha parado, sus motores siguen prendidos, el campo ha dado la cara por la economía nacional y solo cayó el 2% su producción”.

Finalmente, urgieron a crear programas que tecnifiquen el campo y fomenten la producción generando empleos y garantizando la alimentación de los mexicanos, y no creando becas que generan ninis rurales, que no producen ni trabajan.