#Opinión| Raúl Morón y sus amigos incómodos

Cada vez que hablamos de los tropiezos de Alfredo Ramírez, nos preguntamos ¿cómo sería si Raúl Morón no hubiera perdido la candidatura a la gubernatura?, porque sí, él la perdió no se la quitaron, pero bueno.

Raúl Morón es un perfil con una amplia trayectoria política que en su caminar se ha rodeado de toda clase de personas, unos amados y otros repudiados y de eso queremos hablarle hoy.

Y es que resulta que cuando uno habla del de Chucándiro lo más común es que las personas se quejen de Roberto Reyes Cosari y Humberto Arroniz, a quien la ciudadanía tiene más presentes por su paso por el Ayuntamiento de Morelia.

Y es que Raúl Morón como presidente Municipal se canso de pregonar que no habían aumentado la deuda municipal, pero se tenía que ir a la campaña, una práctica muy común de los morenistas de no terminar bien una cosa y ya andar pensando en otra, dejó al frente al «jarocho» y que sospechoso que se le borraron todas las cuentas públicas municipales y que además no había ningún tipo de respaldo ¿Se imagina usted algo similar a nivel estatal?

Además de que recientemente se adherieron al proyecto «R27», varios ex perredistas, pero ¿Qué ex perredistas?, le doy unos nombres Francisco Huacus, Mauricio Prieto, Brissa Arroyo, Julieta Gallardo entre otros más, ¿Con cuántos compromisos llegaría Raúl Morón a la gubernatura?

En el caso de Francisco Huacus debemos decir que era un perredista reciente, porque fue diputado federal gracias al Partido del Trabajo, pero como ya sabemos al poco tiempo cambió de partido.

Lo importante es recalcar que el Senador, tiene posibilidades claras y como un árbol frondoso todos se acercan a su sombra, algo parecido a lo que le pasó al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, obviamente a escala estatal, pero ya sabemos el desenlace que está teniendo esa historia, se rodeó de perfiles sombríos y que con el paso del tiempo nos estamos dando cuenta que si tenían algo que ver con actividades ilícitas.

Otro dato curioso es que el Senador Raúl Morón tiene simpatías en el Congreso del Estado, sin embargo eso no impidió la designación del nuevo «Fiscal Carnal», esto bajo el argumento de que las miras son en el 27 que por lo mientras van a consen$uar con el poder ejecutivo, solo recordar que quien miente una vez, miente todas las veces.

Así el panorama en la política estatal, Raúl Morón cabalga en caballo de hacienda rumbo a la gubernatura y con él muchos perfiles que al final terminarán en los puestos de relevancia y al frente de las dependencias estatales en pocas palabras: otra vez los mismos de siempre pero con otro discurso.