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Sindicalismo en pie de lucha: acusan cerrazón e indiferencia del gobierno de Ramírez Bedolla

Sindicalismo en pie de lucha: acusan cerrazón e indiferencia del gobierno de Ramírez Bedolla

Morelia, Michoacán – Las organizaciones sindicales y sociales unidas del estado han alzado la voz con fuerza y claridad ante lo que califican como una grave crisis de gobernabilidad, diálogo y sensibilidad social por parte del Ejecutivo estatal. En un posicionamiento conjunto, han convocado a una manifestación pacífica el próximo miércoles 28 de mayo en diversos puntos de la capital michoacana, en respuesta a la «total ausencia de atención» del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.

La protesta, que se anticipa como una de las más significativas del año, tiene un mensaje central: la paciencia de los trabajadores y sectores organizados de Michoacán ha llegado a su límite. Según los convocantes, el mandatario estatal ha optado por dar la espalda a los justos reclamos laborales y sociales, ignorando por completo las múltiples solicitudes de diálogo presentadas durante meses.

“Nuestra protesta no es contra el pueblo, es en defensa de sus derechos y por el bienestar colectivo”, puntualizan las organizaciones, al tiempo que ofrecieron disculpas por las molestias que pudieran generar las movilizaciones, dejando en claro que la responsabilidad recae en un gobierno que se ha negado a escuchar.

La denuncia no es menor: Ramírez Bedolla es acusado de mantener una postura autoritaria, lejana al diálogo y sin voluntad política para atender las demandas urgentes de miles de trabajadores. Los manifestantes exigen soluciones reales y respeto a sus derechos, advertencia que, de no ser atendida, podría derivar en una escalada de movilizaciones y acciones legales.

Lejos de responder con humildad institucional, el gobierno ha mantenido un silencio cómplice que alimenta el malestar social y demuestra una preocupante desconexión con la realidad del estado. Para muchos, esta actitud confirma lo que se percibe desde hace meses: un Ejecutivo que gobierna de espaldas al pueblo y que ha fallado en su promesa de representar verdaderamente a los sectores populares.

Aún es tiempo de rectificar”, sentencian las organizaciones. La puerta al diálogo sigue abierta, pero no de forma indefinida. La movilización del 28 de mayo no será un hecho aislado, sino el punto de partida de una lucha organizada que reclama justicia, dignidad y condiciones laborales dignas frente a un gobierno que, hasta ahora, ha preferido callar.