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Caso Robles evidencia descoordinación en senadores de Morena

El caso Rosario Robles llegó al Senado pero se perdió en el “limbo” que prevalece porque la mayoría de la bancada de Morena aún no termina de organizar de manera correcta dicha cámara. Hace patente que desde esa fuerza política pueden enviar “señales cruzadas” pues mientras Andrés Manuel López Obrador advierte que la funcionaria es “un chivo expiatorio”, la coordinación de la bancada adelanta todo un esquema de investigación: al final no ocurre nada.

Historia aparte es la investigación del diario Reforma, en donde indica que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó el desvío en efectivo de 700 millones de mil 900 millones de pesos del erario público asignados a empresas por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) durante la gestión de Rosario Robles.

Sin duda un expediente que se presentaba en “charola de plata” a los legisladores presuntamente ávidos de ubicar y denunciar presuntos casos de abuso en el ejercicio público. Las bancadas de Acción Nacional (PAN) y de Morena en el Senado de la República presentaron sendas propuestas para crear comisiones de seguimiento.

La senadora Guadalupe Covarrubias Cervantes solicitó a la Junta de Coordinación Política crear una comisión especial de investigación; también planteó la comparecencia de Rosario Robles para informar sobre este punto, al igual que del titular de la auditoría, David Colmenares Páramo.

Por el lado del propio coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, la propuesta era mucho más amplia y detallada:

– Crear una comisión especial que investigue los desvíos detectados en Sedatu y Sedesol en la gestión de Rosario Robles.

– La Junta de Coordinación Política (Jucopo) propondrá que comparezca la titular de la Sedatu, así como el de Sedesol, Eviel Pérez Magaña por sus gestiones en 2014 y 2016”.

– Citar al titular de la ASF, David Rogelio Colmenares Páramo, a una reunión de trabajo ante la Junta de Coordinación Política y la Comisión Especial.

– Solicitar al encargado de despacho de la Procuraduría General de la República (PGR) que dentro de 10 días hábiles siguientes presente a la Jucopo y a la comisión un informe detallado del estado de las investigaciones correspondientes a las denuncias penales interpuestas.

– El documento, firmado por Ricardo Monreal, indica que “este caso, representa el desfalco y desvío de dinero público, de dos de las dependencias federales que deberían servir para ayudar a la población a salir de la pobreza y generar condiciones de igualdad y desarrollo social”.

El ánimo para avanzar en la materia era más que claro hasta que el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, Martí Batres, informó que los proponentes decidieron mejor turnar el punto a la Comisión de Justicia; con la salvedad que, como el resto de las comisiones de la Cámara Alta, aún no ha sido instalada por lo que hasta ahora la propuesta terminó en el aire.

Las cejas se levantan luego de que la semana pasada López Obrador dijo que no perseguiría a nadie y que su fuerte no era la venganza; fue más allá al asegurar que “no vamos a hacer lo que se hacía anteriormente, de que habían actos espectaculares, de que se agarraba a uno, dos, tres, cuatro, cinco como chivos expiatorios, y luego le seguían con la misma corrupción”.

Monreal y otra legisladora ponían “todas las canicas” para que hubiera acciones claras desde el Senado; pero algo sucedió que mejor se lanzó otra señal: que este caso puede esperar en un “limbo” legislativo, mientras ya están la cuenta regresiva para que la funcionaria señalada deje el cargo. Algo deberá ajustarse más pronto que tarde para hacer diferencia en este tipo de historias.

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