Villa Jiménez, gobiernos de familia.

En la imagen Luis Felipe León Balvanera, ex alcalde de Jiménez y candidato a presidente municipal del PRD-PVEM de Zacapu.

Isidro Galicia/ÁGORA PÚBLICA.

Jiménez, Mich. Desde hace dos administraciones municipales en Jiménez apareció un fenómeno del monopolio  del poder político y financiero de la localidad.

Dos hermanos, uno que gobernó y el otro que aún gobierna, y ahora es candidato a la alcaldía del lugar  por el PRD que busca la reelección.

Arturo y Luis Felipe León Balvanera, son los hermanos que cogobiernan Jiménez; sin pesos ni contra pesos.

La oposición política y social no existe. Su estilo de gobernar con la coacción de los programas sociales y en otros momentos, aliados de personajes obscuros para intimidar a los opositores políticos, les permitió gobernar de manera absoluta, sin resistencias.

Jiménez situado al norte de la capital de Michoacán, transita por un profundo periodo de opacidad financiera.

El retroceso político y económico del lugar, se subsana con la manipulación de las cifras a partir de controlar la administración pública municipal, a la propia base trabajadora y a la población.

Desde la primera administración de Luis Felipe León Balvanera se instauró un sistema de encubrimiento del manejo de la Hacienda municipal con absoluta impunidad.

Ahora, Luis Felipe León Balvanera es el candidato a la alcaldía de Zacapu por el PRD y PVEM.

Con la complicidad de la dirigencia del CEE del PRD en Michoacán, el ahora abanderado de la candidatura común aspira a imponer  un estilo  de rapacidad y abuso de autoridad en otro municipio, como lo implementó en Villa Jiménez.

En tanto, Arturo León Balvanera, actual edil de Jiménez y que busca la reelección municipal, ahora pretende mantener el esquema de mínima transparencia financiera de la administración pública de Luis Felipe y de él.

Sin la observancia del organismo auditor de Michoacán, del propio congreso del estado y sin rendición de cuentas, los hermanos León Balvanera intentan sostener de forma impúdica el saqueo de las arcas del municipio de Villa Jiménez, por un periodo gubernamental más.

El proceso electoral local del 2018 para Jiménez, es la oportunidad de cerrar un ciclo de excesos y abusos de autoridad por parte de los hermanos que llegaron a Jiménez a gobernar en familia.

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