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Lo que se requiere para el regreso seguro a clases, según el CIEP

(apro).— El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estimó que para un regreso seguro a clases se requieren, al menos, 10 mil 376 millones de pesos (mdp) para dotar de lavamanos a 62 mil 629 escuelas públicas de educación básica que no cuentan con esta infraestructura sanitaria.

Al dar a conocer el estudio Covid-19 y regreso a clases: Gasto en inversión en infraestructura sanitaria, el organismo acotó que para financiar esta inversión sería necesario un aumento de 1.2% en el gasto educativo de 2021, que en comparación con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020 tuvo un nulo crecimiento en términos reales.

Sin embargo, el presupuesto para infraestructura educativa en 2021 equivale a 240 millones de pesos; es decir, 51.5% menos en términos reales que el asignado en 2020.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) existen tres programas presupuestarios cuyos objetivos corresponden al propósito que persigue la estrategia Aprende en Casa, que es continuar con el proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia, por medio de la creación y difusión de contenidos educativos en radio, televisión y plataformas digitales.

El primero de ellos es el programa Producción y distribución de libros y materiales educativos, que al cierre del cuarto trimestre de 2020 reportó un monto pagado de tres mil 111 millones de pesos, 0.6% más que lo programado al inicio del año, pero 11.4% real por debajo de lo ejercido por el mismo programa en 2019.

Por otra parte, el programa Producción y transmisión de materiales educativos reportó 342 millones pagados al cuarto trimestre de 2020, cifra 13.8% mayor que lo presupuestado en el PEF 2020 y 13.2% real menor a lo ejercido por el programa en 2019.

Asimismo, el Programa para el desarrollo profesional docente, con un monto pagado de 454 millones de pesos al cuarto trimestre de 2020, registró un descenso de 8.7% comparado con el presupuesto inicial y una disminución de 0.8% real respecto a lo ejercido en 2019.

En suma, los tres programas pagaron un total de tres mil 867 mdp al cuarto trimestre de 2020, 6.9% real menos que lo ejercido en conjunto en 2019.

Además, plantea una serie de dificultades en el acceso al aprendizaje, ya que sólo 56.4% de los hogares en el país cuentan con acceso a internet y únicamente 44.3% tiene un equipo de cómputo.

De acuerdo con Thamara Martínez Vargas, coordinadora de Educación y finanzas públicas del CIEP, ante un escenario como este, la atención a la infraestructura sanitaria es necesaria para la reapertura de las escuelas y continuar de manera óptima con el proceso de enseñanza-aprendizaje para contener los efectos negativos del covid-19 en la educación, a corto plazo con el abandono escolar, y a largo plazo con la pérdida de bienestar.

En México, las clases presenciales fueron suspendidas a partir de marzo de 2020, con costos en términos de aprendizaje que tendrán efectos negativos en el largo plazo, no sólo para los estudiantes, sino a nivel macroeconómico, ya que el sistema de enseñanza a distancia enfrenta una serie de dificultades que le impide alcanzar a todos los estudiantes del sistema educativo.

Lo anterior, no sólo en materia de telecomunicaciones, sino en términos de los recursos tecnológicos que enfrentan los propios hogares, así como la disponibilidad de tiempo de madres, padres y/o tutores para acompañar a las y los alumnos en el proceso de aprendizaje.