La pobreza les irrita.

El inventario del México del siglo XXI es desolador.

Un escenario de proverbial pobreza, marginación y exclusión social es lo que marca el devenir de nuestra sociedad; hastiada ante el desdén de los gobiernos neoliberales que profundizan los agravios sociales y cancelan las oportunidades de bienestar.

Mencionar gobiernos populares, solidarios y con los olvidados, genera ánimos de aversión.  Destruir la idea de inclusión y de justicia, son los propósitos de los sectores conservadores y de las élites ideológicas de derecha.

Plantear un país igualitario y democrático propicia la irritación de los dueños del poder y de los amos de la economía en México.

Andrés Manuel López Obrador, es quien abandera las causas de los pobres, marginados y desplazados de la nación; cree en la posibilidad de plantear un modelo económico y social, que permita a millones de mexicanos dejar el estado de abandono y que ellos (los pobres) recuperen sus derechos elementales para una vida digna.

Hasta el momento, Obrador ha tomado la delantera en las preferencias electorales.

No es casualidad que un país empobrecido observe a López Obrador como una opción o una salida ante la desafiante situación económica del país.

La maquinaria empresarial en México jugará su papel. Intentará condicionar, cuestionar y confrontar  cualquier acto o acción a favor de los que menos tienen, y más, sí Obrador es quien propone una visión económica distinta a la dominante por más de 35 años.

Gobernar un país desigual, será uno de los desafíos más complejos para Obrador, en caso de ganar los comicios presidenciales del 2018.

Recuperar los derechos sociales, garantizar los mínimos de bienestar y situar en una nueva realidad a millones de mexicanos, será la gran tarea de un gobierno de transformación social.

No obstante, los embates de quienes protegen el modelo de empobrecimiento y exclusión, llámese Ricardo Anaya y José Antonio Meade, intentan ofertar un paradigma continuista y de privilegio para unos cuantos.

Aunque el modelo económico está agotado, aún pretenden reinventarlo con el “Cambio Inteligente” y “Avanzar Contigo” y colocarlos como la panacea de la prosperidad económica.

Pese a que el daño está hecho, México camina hacia una oportunidad de excepción.

Derrotar la pobreza mediante la refundación de la nación, con los pilares de la igualdad, será el principio de un país más inlcuyente.

y  Obrador puede ser el gran arquitecto de una nueva era social.

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